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Después del 6000 a. C. los recolectores de alimentos que vivían en cuevas siguieron una transición hacia una forma de vida basada en la agricultura. De este período se conserva un asentamiento en Cnosos de principios de la época Neolítica, asentamiento que perduró hasta época cretense minoica; éste nos revela que paulatinamente se fueron aglomerando casas de una única habitación con forma rectangular así como tipos de cosechas y ganados mediterráneos y una técnica agrícola que nos hace sospechar que el origen de esta población neolítica cretense está en Asia Menor. Asentamientos neolíticos de este tipo se encuentran en época neolítica hacia el 5500 a. C. en la Argólide, Tesalia y evidentemente en Asia Menor (algunos de fecha anterior al 6000 a. C.).
Es estos asentamientos es detectable el comercio -muy incipiente- y la fabricación-artesanía con muy rudimentarios métodos y resultados; su cerámica abarca desde grandes jarras de almacenamiento hasta objetos diminutos, figurillas y armamentos; su culto más importante se dedicaba a una diosa tierra, la Gran Madre, símbolo de fertilidad para las mujeres, animales y cosechas típico de las sociedades neolíticas; este culto era general entre las primeras comunidades agrícolas de Europa y Asia occidental y se mantiene casi con toda seguridad en la civilización minoica, hasta la llegada de los micénicos. Al parecer, este culto es reflejo y responde a una sociedad matriarcal y, como me han explicado recientemente, el matriarcado era una sociedad agrícola donde el hombre se dedicaba en un principio a la caza, mientras la mujer permanecía en casa cuidando y cultivando la casa; al conseguir más alimentos que el hombre con la caza, la mujer ocupó un papel primordial en la sociedad: el matriarcado; sus sustitución por el patriarcado, ya en época neolítica reciente y en la Edad del Bronce, se debe a que al aparecer nuevas herramientas más pesadas para la agricultura, la mujer ya no pudo manejarlas y sí el hombre, con lo que éste sustituyó a aquélla.
La agricultura neolítica del Egeo se caracteriza por una progresiva diversificación de los cultivos típicos del Mediterráneo: vid, cereal, olivo, legumbres y frutos secos; sus herramientas eran toscas: piedras labradas, hueso afilado y la obsidiana como constante. Juntamente aparecía ya la especialización de los artesanos, con lo que surgen carpinteros, herreros, tejedores de cestas, etc... Con ello comenzaron también las distinciones sociales y construyeron asentamientos fortificados hacia el 4500 a. C. (para unos síntomas de miedo ante la aparición de un nuevo pueblo: los indoeuropeos). A partir de esta época aparece el mégaron como casa propia del gobernante. Estos son los cambios del Neolítico.
Para Cotterell y otros historiadores parece ser que al final de la etapa del Neolítico se produce la afluencia de pueblos, que no tuvo por qué ser violenta, y que se produjo la mezcla de pueblos autóctonos con la de los nuevos intrusos procedentes de Anatolia y los Balcanes; ello justificaría los cambios de este momento y el que no haya destrucciones masivas fruto de una invasión externa.
Para las Cícladas la situación es un tanto distinta, ya que aparecen los primeros poblados hacia el 4200-3700 a. C. con una mayor aportación alimenticia del pescado y menor del ganado, si bien no denotan tanto avance como los poblados del continente o Creta hasta el 3000 a. C. (posiblemente, y es una conjetura, porque apenas tendrían una población neolítica previa y serían una mezcla de neolíticos (no indoeuropeos) y nuevos pobladores no autóctonos provenientes del continente (posiblemente sí indoeuropeos, pero no griegos) los que habitaron las islas por primera vez de un modo sedentario).
El año 3000 a. C. se toma como fecha inicial del fenómeno que supuso el advenimiento de la Edad de Bronce, al tiempo que el desplazamiento de población hacia el sur (al parecer indoeuropeos también, pero tampoco griegos) y una mayor prosperidad.
La Edad del Bronce no supone una unificación metódica e inmediata del conocimiento de la metalurgia: en los primeros momentos los objetos de oro, plata, cobre y bronce suelen ser armas o dedicados a funciones religiosas y decorativos; el metal comenzó su camino en la cuenca del Egeo como material de lujo y no será en el tránsito del III al II milenio cuando el metal vea incrementado su uso cuantitativamente así como en la escala de utilidad cotidiana en la producción como elemento de primer orden. La causa de ello se achaca a la pobreza de metales del Egeo: se exportaba estaño, cobre y hierro y se desarrollaron las rutas del metal que hicieron próspera a la primitiva Troya II como encrucijada y cabeza de puente entre el Danubio, Asia Menor y el Egeo.
Salvo por la Arqueología, los acontecimientos de la prehistoria del Egeo son escasos y son conocidos sólo gracias a los mitos y tradiciones posteriores.
Creta sobre todo y en menor medida Grecia central, el Peloponeso y las Cícladas comienzan a emplear la nueva tecnología del metal. Se consolida la agricultura plenamente mediterránea así como el maíz y la ganadería; el aceite se convierte en producto de uso corriente tanto en alimentación como en ungüentos, en iluminación y usos industriales posteriormente; se introdujo en más regiones de Grecia el cereal y las legumbres, con lo que se incrementó la población por al mejora de la alimentación, sobre todo en Creta y Mesenia, donde el aumento puede catalogarse de espectacular.
Se incrementa asimismo el comercio y la especialización. La indoeuropeización de Grecia está completada. La Edad del Bronce duró desde el 3000 al 1100 a. C. aprox. en la cuenca del Egeo, divisible en dos fases: una de consolidación hasta el 2000/1800 y una segunda fase de eclosión de las grandes civilizaciones del Mediterráneo: la civilización minoica en Creta y la micénica en el continente.
Sin embargo la Edad del bronce no es homogénea para toda la cuenca del Egeo: mientras que el esplendor de Micenas es posterior al de Creta, paralelamente nos encontramos con un creciente militarismo en el Grecia continental y las Cícladas con fortificaciones de los asentamientos (asentamientos establecidos además en lugares estratégicos y bien protegidos por naturaleza) y la concentración de la riqueza en manos de unos pocos príncipes, frente a Creta que nunca tuvo fortificaciones para sus asentamientos (que además se encontraban en medio de llanuras en campo abierto y sin ocupar lugares estratégicos o con defensas naturales) hasta que cayó bajo la esfera micénica. Esto se viene explicando por el hecho de que en el continente y en las Cícladas la población no era la autóctona del Neolítico, mientras que en Creta sí era la misma, o al menos no se había visto sometida por completo a un pueblo posterior (en todo caso otro pueblo se habría fundido con ellos como componente en igualdad de condiciones o sometido).
Esto se puede comparar en los planos de dos asentamientos prototípicos de la edad del bronce, uno del continente -Chalandriani- y otro de Creta -Vasiliki-; Chalandriani presenta una línea de formada por seis torres semicirculares que sobresalían de una gruesa muralla de piedra; Vasiliki presenta la típica aglomeración de casas del Neolítico sin un muro que delimitase el asentamiento.
Hacia el 2100 se ha querido ver la llegada de un pueblo al que se ha denominado minios (reciben el nombre porque el descubrimiento de la llamada cerámica minia se hizo en Orcómenos, cuyo rey mítico era Minias); se caracterizan por una cerámica de superficie gris bruñida que imita las vasijas de metal, alfarería hallada tanto en Grecia como en el Noroeste de Asia Menor. Se les ha identificado con los luvitas, indoeuropeos del tronco anatolio y a ellos se les achacaría los topónimos con sufijos en -(s)s- y -nth-, la cerámica gris y el mégaron como nuevo tipo de construcción. Esta tesis es bastante discutida, pero tampoco ha sido desechada por completo (¿quizá los minios fueran los originarios griegos?).
Fueran quienes fueran (minios o los griegos probablemente) los que atacaron Grecia continental hacia el 2100 a. C. provocaron una interrupción en el avance de la cultural en el aspecto material en la Grecia continental y Cicládica; eran bárbaros y atrasados culturalmente; parecen haber salido hace poco del Neolítico y se incorporaron a la Edad del bronce en época muy tardía; invadieron Grecia desde el norte por los Balcanes (quizá su morada originaria) lo que originaría su bajo nivel cultural por ser montañeses. No obstante durante bastantes decenios y siglos se dedicaron a absorber la cultura superior del pueblo donde se asentaron para en el siglo XVI-XV a. C. dar lugar al nacimiento de la civilización micénica. Estos nuevos pobladores indoeuropeos no llegaron a Creta hasta época micénica y por tanto con un nivel cultural mayor.
Roberto Lérida Lafarga Proyecto Clío |