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Esquema
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Tucídides, como es sabido, sólo escribió una historia sobre la guerra del Peloponeso que quedó incompleta al acaecer la muerte de éste antes de que la acabara; sólo Jenofonte en los dos primeros libros de sus Hellenica, Cratipo, Teopompo en sus Hellenica y las Hellenica Oxyrhynchia (quienquiera que sea su autor) continuaron el relato donde aquél lo acabó. Sin embargo las diferencias entre éstos y aquél y las distintas obras son muy marcadas y la razón se debe a la especial concepción de la historia y de la guerra que Tucídides tenía.
Para Tucídides el principal cometido de su historia es dejar constancia de los hechos para que no queden oscurecidos ni olvidados, si bien la cosa no queda ahí, pues quiere llegar a más: entender y hacer entender a sus contemporáneos el sentido último y las causas que provocaron la guerra. Al mismo tiempo, como iniciador de la historia política, heredero de la sofística y de la escuela hipocrática, implanta el principio de eikázein: reconstruir la historia a partir de indicios lógicos o psicológicos, lo que hace que su historia sea una historia de la actividad humana, del poder y de la ambición: una historia universal y atemporal.
Para Tucídides la historia es un objeto de estudio racional bajo la mira de una mente lógica; un profundo análisis permite contemplar la verdad con la mayor objetividad. Por ello ha seleccionado, pues no todo es historiable: toda información ha de pasar por un filtro de objetividad racionalista limitado por la ideología y la subjetividad de Tucídides. Es por ello que domina el tò eikós ya citado, lo verosimil, como principio derivado de la metodología epistemológica de los sofistas y de Tucídides a lo largo de toda la obra.
Tucídides también pretendió -quizá con una cierta actitud egoísta- que su obra fuera un tesoro para siempre, la inmortalidad de su obra y al tiempo la suya; aunque quizá exageraba un poco, no obstante, motivos tenía para pensarlo: era un autor contemporáneo a los hechos, conscientemente fue un historiador político -lo que no debía saber es que era el primero-, por la peculiaridad de su estilo -uno de los modelos de la posterior prosa ática-, por ser fuente principal y fidedigna de la guerra. Voluntaria e involuntariamente lo consiguió; su personalidad y el desprecio de lo vulgar hace comprensible que no tuviera continuadores, los que lo hicieron quedaron muy por detrás en casi todos los aspectos.
Tucídides entendió que, si bien en un principio Esparta se había dejado arrastrar por sus aliados (Corinto, Mégara, etc...) a la guerra, Esparta era la veradera enemiga y la veradera causante de la misma al lanzarse a lo que se dio en llamar una guerra preventiva contra Atenas, cuando con el transcurso de la misma se vio que la verdaderamente beneficiada en la misma era Esparta y no Atenas junto con su imperio y aliados -basta leer la obra para darse cuenta de que, si bien los atenienses sí llegaron al Peloponeso, nunca llegaron a Lacedemonia; lo más cerca que estuvieron fue Pilos).
Con todo, Tucídides, desde el inicio de su obra, indica que la guerra era inevitable y achaca la causa al expansionismo imperialista y militar ateniense y el temor que éste suscitaba en Esparta y sus aliados, aunque indica que ambos bandos acudían a la misma en un punto álgido de su potencial bélico y económico, junto al impulso humano de obtener más poder, caracterizado en la ambición ateniense para ampliar su imperio: esto como causa profunda puesta de relieve con tres gotas que colmaron el vaso: el conflicto de Corcira con su metrópolis Corinto, el conflicto y asedio de Potidea y el decreto antimegareo de prohibición por parte de los atenienses de entrada de productos megarenses en Atenas.
Al mismo tiempo, Tucídides, llevado por el orgullo y por el conocimiento a posteriori , nos indica en su libro I que es la guerra más grande y más importante del mundo helénico por diversas razones:
Sin embargo se ha discutido mucho acerca de las cifras que Tucídides refleja en diversos pasajes, pues parecen demasiado elevadas para ceñirse a la época y a la guerra, aunque quizá la tradición de manuscritos -como siempre que se quiere echar a alguien la culpa de lo que no concuerda, pero no se sabe a quién- las cambió por error en los numerales.
A continuación se presenta resumidamente cómo se estructura cada libro, es decir, qué contenido principal se abarca en cada año, sin indicar, no obstante, a grandes rasgos qué puntos abarca cada episodio ni cuándo hay discursos.
Roberto Lérida Lafarga (IES Serranía Baja, Landete
-Cuenca-) Proyecto Clío Imáges cedidas por Dr. Janice Siegel. Recomendamos la visita de sus páginas. |