Página de inicioEL BARCO ANDALUSI

Elena Sarnago. Licenciada en Historia.

ESQUEMA

 

 

INTRODUCCION

Al-Andalus es el nombre que en la Edad Media se le da a la España musulmana. La invasión de la Península se inicia en el año 711. Los reinos cristianos formados en el Norte comienzan el proceso de reconquista, que finaliza con la caída del reino de Granada en el año 1492. Inicialmente, la cultura andalusí se nutre de los aportes procedentes de Oriente, a los que se suman los que conserva la población hispano-romana y goda, mucho más pobres. En el siglo X, los andalusíes crean la civilización más avanzada de Occidente.

Los viajes son un importante medio de intercambio cultural. Dentro del amplio territorio controlado por el Islam se exportan ideas y conocimientos. Se tiene noticias de obras traídas desde Iraq hasta la Península Ibérica en el siglo XII, así como de manuscritos que desde al-Andalus viajan a Egipto, de ahí a Siria y, posiblemente, llegan a la India. La cultura andalusí se extiende también a Bizancio. Los grandes descubrimientos de los científicos chinos -el papel, la imprenta y la pólvora- se conocen en Europa gracias al Islam. Algunos de estos viajes de estudio se realizan por vía marítima.

El mar es un medio utilizado para el transporte de mercancías. Gracias a las fuentes escritas, sabemos que se transportan productos desde Siria hasta Almería, sobre todo, cereales, vino y aceite. Estas naves también llevan objetos de lujo y trasladan a creyentes que desean peregrinar hasta La Meca.

En algunas ocasiones, la navegación se relaciona con los enfrentamientos bélicos. Posiblemente, el desarrollo naval que se produce en al-Andalus con los Omeyas se deba a la dificultad que tienen para rechazar el ataque de los normandos que, en el año 844, llegan a Sevilla remontando el Guadalquivir. Este hecho hace que Abd al-Rahmán II construya unas atarazanas en la ciudad y una flota que les haga frente con éxito. Pero, fue Abd al-Rahmán III quien, en la primera mitad del siglo X, lleva a cabo una auténtica política naval para disputar a los fatimíes el control del Mediterráneo occidental.

 

 

TESTIMONIOS DE QUE DISPONEMOS

Las fuentes escritas dan noticia de personajes nacidos en al-Andalus que viajan a lugares remotos. Con frecuencia, estos viajeros utilizan la vía marítima. Por ejemplo, sabemos que un gaditano navega por el Atlántico y el Indico, llegando hasta las proximidades de Filipinas; que un cordobés llega hasta Dinamarca; que barcos andalusíes alcanzan las costas de Bretaña, Irlanda y Canarias.

Los restos arqueológicos permiten conocer cómo es la navegación en época medieval. El descubrimiento de pecios da gran información. Se trata de auténticos buques hundidos "fosilizados". En el mar se producen luchas por el control de las aguas, reflejo del intento de las diferentes potencias por asegurarse el tráfico comercial. En el siglo X son tres los poderes que se disputan el Mediterráneo: el bizantino, el fatimí y el andalusí. No debemos olvidar tampoco los naufragios ocasionados por las malas condiciones climatológicas.

Los testimonios gráficos acerca de la morfología del barco andalusí son muy escasos. Los documentos informan de la presencia de naves en Mallorca en el siglo X.

Aunque, parece que sólo existen atarazanas en el año 1229, cuando tiene lugar la conquista cristiana. En el siglo X la isla sirve de apoyo a la flota omeya que realiza incursiones en las costas de Cataluña, Francia e Italia. La auténtica morfología del barco andalusí puede apreciarse en dos platos mallorquines de cerámica. Son del siglo XI y están en el Museo de San Matteo de Pisa. Las naves representadas tienen tres palos. En una se ven tres velas latinas mientras que en la otra sólo dos (trinquete y mayor). Las velas están desplegadas. En las dos imágenes se distingue el castillete de popa. Delante de las dos

naves aparece una barca con ocho remeros y un jefe de la tripulación que lleva el timón. Algunos estudiosos creen que podría ser el esquife que las naves de esta época llevan a remolque. También tenemos un plato de loza nazarí con el dibujo de un barco (ilustración de arriba). Se conserva en el Museo Arqueológico de Málaga (Alcazaba). Tiene 54 cm. de diámetro y 23 cm. de altura. Se trata de una nave del siglo XIII o XIV en la que pueden distinguirse dos palos con dos velas cuadradas así como el timón de codaste. Por los textos se sabe que este timón aparece a partir del siglo XII. Su origen se atribuye a los chinos. Contamos también con un plato de cerámica del Victoria and Albert Museum de Londres que, pese a ser nazarí, representa un barco con enseña portuguesa y timón de codaste.

 

 

MORFOLOGIA DEL BARCO ANDALUSI

 

La escasez de información gráfica de barcos andalusíes obliga a recurrir a otras imágenes coetáneas, aunque cristianas. Son de gran valor la colección de calcos de los graffiti del Castillo de Denia en los que aparecen representados diferentes navíos. Son propiedad del Museo Arqueológico de la Ciudad de Denia. Los graffiti están realizados en la muralla exterior del castillo. El edificio es de época musulmana pero los graffiti son cristianos. Se fechan entre la segunda mitad del siglo XIII y la primera del XIV. Posiblemente, estas naves no son muy diferentes de las andalusíes.

 

Tartara

 

Es un pequeño barco mercante o de pesca. Tiene dos velas latinas. Se trata de un navío rápido y manejable. Se utiliza hasta el siglo XIX y es el origen del jabeque norteafricano.

 

Galera

 

Es un tipo de barco que se utiliza desde la Antigüedad hasta el siglo XVIII. El nombre procede de galeos que significa pez espada, aludiendo al gran espolón que lleva por encima de la línea de flotación. Es un barco de guerra o de transporte. Es alargado, estrecho, maniobrable y de poco calado. Navega a vela y/o a remo. Destaca por la velocidad que puede alcanzar pero, debido a su inestabilidad, no puede navegar con mal tiempo.

 

Cog

 

Es un barco mercante o de pasajeros. Es de origen nórdico y aparece en el Mediterráneo hacia el año 1300, donde cambia la vela cuadrada por la latina. Se caracteriza por su gran alcázar o castillo de popa.

 

Llaüt

 

Es una palabra catalana que procede el vocablo árabe al-ud que significa madera. Se trata de una barca de cabotaje que tiene una tripulación de seis personas. En la actualidad se utiliza en Levante.

 

 

LOS PUERTOS

 

De las autoridades portuarias sabemos poco. El almotacén es el encargado de los asuntos de los comerciantes en cada ciudad. Más tarde, aparece el wakil al-tuyyar, a quien los comerciantes pagan los impuestos. Caso de no hacerlo, las autoridades les retiran las velas o el timón del barco. Estos funcionarios regulan el orden para la venta de mercancías.

Los barcos casi siempre tienen dos jefes: el armador o patrón y el piloto o navegante. La cantidad de tripulación varía dependiendo de las dimensiones del barco, el recorrido que lleve a cabo, la finalidad del viaje...

En general, los puertos de arribada tienen grandes muelles y atarazanas donde se construyen y reparan los barcos. También, existen puertos de abastecimiento en donde se puede comerciar al por menor. Son numerosos los puertos de cabotaje, donde el régimen de vientos siempre es propicio y, por tanto, la navegación es más segura. Como auxilio de los navegantes existen, a lo largo de la línea de costa, atalayas en las que por la noche se encienden fuegos que sirven de orientación.

En los puertos son importantes las atarazanas o dársenas. Tenemos una copia de la lápida fundacional de las de Tortosa (ilustración de abajo). Es propiedad de la Diputación Provincial de Barcelona y se conserva en el Museo Marítimo de esta ciudad. El

original está adosado a uno de los muros de la Catedral de Tortosa. Sus dimensiones son 54 x 48 x 3 cm. En estos edificios se construyen y reparan barcos. Normalmente se localizan en zonas ricas en madera o donde es fácil conseguirla. Reparar un navío consiste en calafatear el casco introduciendo algodón, brea y sebo, sobre todo, alrededor de los clavos que unen los tablones de madera. También se reparan las velas. En cuanto a la construcción, se empieza bien por el casco, lo que exige mucha mano de obra para sujetar con machos las bordas opuestas, bien por la quilla. Se sigue por el armazón. Es imprescindible tener una idea previa del tipo de barco que se va a construir. Se necesita un árbol largo y recto sobre el

que se van colocando, a distancias más o menos calculadas, las varengas que forman las cuadernas. Los grandes se construyen en diques secos y se botan con palancas o rodillos.

Se cree que los navíos que surcan el Indico ensamblan sus cascos con cuerdas, no con clavos. Esto responde a dos motivos: el primero, la escasez de hierro en el Sur de la India y, el segundo, la mayor salinidad de los mares que estos barcos tienen que surcar. Pero, se discute si estas naves orientales navegan o no por el Mediterráneo.

Cada tipo de barco se construye con un material diferente. En el Indico, se emplea la madera de teca por su mayor consistencia y flexibilidad. En cambio, en el Mediterráneo se usan más las coníferas.

Por otro lado, el enfrentamiento de la flota andalusí con la normanda propicia el conocimiento de otro tipo de barco: el vikingo. Este tiene unas características muy diferentes a las del andalusí.

En general, podemos decir que los barcos del Indico son mayores que los del Mediterráneo y los del Atlántico porque el tráfico comercial es más intenso en esa zona del mundo.

 

 

A MODO DE RECORDATORIO

 

Pocos son los datos que tenemos sobre cómo es el barco andalusí. Disponemos de los restos arqueológicos, las fuentes escritas y la iconografía. Pero, en conjunto, la información que aportan es exigua. Sabemos que en el siglo X navegan por el Mediterráneo barcos de origen oriental, mediterráneo y vikingo. No obstante, para tener una idea aproximada de la morfología del barco andalusí estudiamos el cristiano, del que poseemos más información y con el que comparte semejanzas.

Durante la Edad Media se expanden mucho las vías de navegación. Mercaderes, embajadores y estudiosos abren nuevas rutas comerciales y de intercambio de conocimiento. No hay que olvidar que se realizan tanto viajes de estudio como de transporte de mercancías. Pero, poco a poco el barco andalusí se va especializando en la guerra. La dinastía Omeya lleva a cabo una política de construcción de barcos a partir de mediados del siglo IX debido al aumento de los enfrentamientos bélicos. En todas épocas históricas, el control del mar es una idea fija de las potencias imperiales.

Según los calcos de los graffiti del Castillo de Denia, los tipos de barcos son: tartara, galera, cog y llaüt. Esta tipología aglutina barcos de guerra, de transporte, de pesca, de pasajeros y de cabotaje.

En los puertos son importantes las atarazanas o dársenas. Son los lugares en los que se construyen y reparan los barcos. En el Mediterráneo la madera más empleada procede de la familia de las coníferas.

Proyecto Clío

 

PARA SABER MAS

- BAZZAN, A., LAMBLIN, M.P. y MONTMESSIN, Y.: Catálogo de los Graffiti medievales del Castell de Denia, Denia, 1984.

- BERTI, G., ROSELLO-BORDOY, G. y TONGIORGI, E.: "Alcuni bacini ceramici di Pisa e la corrispondente produzione di Maiorca nel secolo XI", Trabajos del Museo de Mallorca, Palma de Mallorca, 1987.

- MORALES BELDA, F.: La marina de al-Andalus, Barcelona, 1970.

- VERNET, J.: "Textos árabes de viajes por el Atlántico...", en De Abd al-Rahman a Isabel II, Barcelona, 1989, pág. 197-224.

- VV.AA.: Exposición "El legado científico andalusí", Museo Arqueológico Nacional, Madrid, 1992.