Recibe este nombre, dado por Sir Arthur Evans en honor del mítico rey Minos, la civilización floreciente en Creta desde el año 2000 a.C. ca. cuyo predominio e influencia en el mundo egeo son manifiestos, con una evolución en la Edad del Bronce muy distinta y propia. Su situación geográfica y la riqueza de su suelo le proporcionaban pocos recursos minarales, pero en la parte este y centro grandes praderas y mesetas pastorales, olivos, vides, robles, cipreses y en la partes norte y este playas protegidas favorables para el atraque de barcos de todo tipo.
Antes del 2500 a. C. son escasos los restos de metales, salvo la obsidiana de Melos. No obstante desde el 2500 al 2000 la población crece en número y la riqueza gracias a los adelantos técnicos: predominio de herramientas de piedra y arcilla, aun después de la introducción de la metalurgia.
La característica principal de Creta en esta época, según Finley, es la absorción de elementos culturales (y de población) procedentes de Grecia continental, las Cíclades, Asia Menor, Siria y Egipto gracias al comercio dentro de su desarrollo propio y coherente. Imprimieron su cultura cretense a los jarrones y objetos metálicos (puñales de cobre) y ya en el Minoico Antiguo MA empieza a aparecer el embrión de la arquitectura minoica con su estructura aglutinada en forma de celda de panal.
Respecto al origen de la civilización minoica desde el punto de vista etnológico es difícil adscribir a los cretenses minoicos con algún pueblo conocido. Una de las tesis más admitida es que son herederos directos de los habitantes neolíticos de la isla (que llegarían a la misma hacia el 6000 a. C.) y que los pueblos no neolíticos (indoeuropeos o no indoeuropeos) que pudieran haber llegado a la isla no se impusieron, sino que se vieron absorbidos por la cultura cretense sin imponer la suya. Palmer, el eminente lingüísta, plantea que la destrucción de los palacios hacia el 1700 a. C. es obra de la penetración en la isla de un pueblo anatolio, los luvitas, lo que explicaría también el cambio de escritura, Lineal A en vez de la jeroglífica, pero a falta del desciframiento del Lineal A, nada es seguro. Si seguimos las noticias de Creta que da Homero en la Odisea , la población cretense era una población mixta conformada por cidonios, eteocretenses y pelasgos, pueblos de los que, aparte del nombre, apenas se sabe nada.
Los rasgos de esta civilización que le concedieron tal predominio cultural son los siguientes:
en cuanto a la religión no poseen deidades antropomórficas (lo que estaría muy relacionado con los cultos de los neolíticos a las fuerzas de la naturaleza), salvo la Gran Diosa Madre, diosa de la fertilidad también conocida como la Gran Dama del Laberinto, que aparece representada en ocasiones con el vestido típico minoico y serpientes en ambas manos, símbolos ellas también de las fuerzas fértiles de la tierra;
para el ejercicio de sus cultos poseen pequeños santuarios semisubterráneas, dentro de los palacios en ocasiones, y cuevas próximas al lugar de asentamiento; parece ser que estas cuevas eran la primitiva morada de los primeros habitantes neolíticos de la isla; posteriormente las abandonarían como morada, pero no como santuarios; se han encontrado rituales de la cultura minoica implica la relación del toro (animal de gran carga sexual, erótica y fertilizadora) por noticias de los murales de Cnosos y de la leyenda de Minos y el Minotauro;
Tablilla escrita en jerogífico |
Tablilla escrita en lineal B |
La civilización minoica alcanzó tal esplendor que, gracias a sus contactos comerciales, pudieron exportar su modo de cultura a todo el Egeo: a lo largo del II milenio las Cícladas recibieron paulatinamente una fuerte influencia de Creta si bien no hay emplazamientos colonizadores, sólo comerciales, y paralelamente en la Grecia continental, donde se produjo un amplio proceso de unos 400 años denominado "minoización de los griegos" (llegados hacia el 2000 a. C.) y que daría lugar a la posterior civilización micénica (1600 a. C.). Después, hacia el 1400 los papeles se invirtieron y serán los griegos micénicos los que darán lugar a la "micenización de Creta".
El rasgo que más sorprende de la civilización minoica es, sin embargo, el modo de asentamiento de la población entorno a un edificio central: el palacio, un complejo civil al servicio de la ciudad.
Desde que Evans en la frontera entre el siglo XIX y XX descubriera las ruinas del palacio de Cnosos, el mayor de los palacios encontrados, hasta nuestros días el hallazgo, desenterramiento y estudios de poblaciones con palacios se ha visto aumentado en grado sumo; se han encontrados palacios de los que ni siquiera se conoce el nombre, pues en época clásica no existían tales asentamientosy no se tenía consciencia y recuerdo de los mismos, de ahí que hayan recibido nombres actuales; sus nombres son: Cnosos, Zakro, Malia, Festo, Canea o Kania, Hagia Tríada, Gurniá, y poblamientos de Tilisos, Kamilari, Mirtos y Palakaistro.
Todos los palacios se caracterizan por unas peculiaridades que no se encuentran en ninguna otra civilización del mundo y dicen mucho en favor del grado de civilización de los minoicos:
colocación y extensión del palacio orgánicamente a partir de un área central abierta, un patio, como continuación de la forma colectiva de la organización social neolítica;
frente a otras culturas no es un templo o lugar sagrado el centro del palacio ni del poblado, sino que el templo del palacio, aparte de ser pequeñas dependencias-santuarios, ocupan un lugar marginal dentro del palacio y reproducen y recuerdan cavernas; esto concuerda con el hecho de que los ritos se celebraran en cuevas y es posible que con procesiones;
los palacios que cuentan con dos y, a veces, tres pisos presentan generalmente un gran número de habitaciones y dependencias de la planta baja a talleres y a almacenes para el grano, el aceite, el vino, etc...;
dotaban al palacio de un aspecto de grandeza mediante tres
efectos de ornato: frescos recubriendo las paredes interiores de las dependencias más
importantes (casi siempre motivos naturales marinos, o pugilatos o escenas de toros (cf.
láminas)); escalinatas y revetir los palacios con piedras centelleantes cortadas en losas
con escoplos y sierras consiguiendo un magnifico efecto con poco material (sólo los
romanos en la Antigüedad consiguieron algo similar al revestir con losas de mármol los
edificios más importantes de Roma, como el Coliseo); finalmente también dotaban a las
columnas cierta fascinación con su forma ovalada y la policromía del palacio;
No obstante no todos los palacios pertenecen al mismo período y algunos de ellos fueron reconstruídos dos o tres veces durante el II milenio debido a las catástrofes naturales (terremotos, maremotos y la acción conjunta de ambos como consecencia del estallido del volcán de la isla de Tera hacia el 1500-1400); esto ha llevado a diferenciar dentro de la cronología cretense y minoica:
período prepalaciego: 2600-2000 a. C. (Minoico Antiguo MA II y MAIII)
período palaciego 1º: 2000-1700 a. C. (Minoico Medio MM I y MM II); palacios de Cnosos (puede que anterior al 2000), Malia y Festo;
período palaciego 2º: 1700-1400 a. C. (Minoico Medio MM III y Minoico Reciente MR I A y MR II B); nuevo palacio de Festos, el de Zakro, Hagia Tríada y Gurniá;
período postpalaciego: 1400-1100 a.C. (Minoico Reciente MR III) de época micénica; el nuevo palacio de Hagia Tríada.
Por el tamaño del palacio y del asentamiento Cnosos debía ser la "capital" del mundo minoico y las demás poblaciones con palacios eran ciudades de segundo orden con unos gobernantes o príncipes posiblemente subordinados al poder del gobernante de Cnosos que también eran, como aquél, jueces y sacerdotes, juntamente con el mantenimiento del monopolio de la metalurgia de los poblamientos al tener los talleres en el propio palacio. Es muy probable que además existieran diseminados por las llanuras de Creta una serie de terratenientes semiindependientes.
La leyenda más o menos completa, sin entrar en las distintas variantes o versiónes, de Minos dice:
Zeus abandonó a Europa en Creta, después de haber engendrado en ella a tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón. En Creta Europa se casó con Asterio. Los tres hermanos se enamoraron de un joven llamado Mileto y cuando éste prefirió a Sarpedón, Minos expulsó a Mileto de Creta y éste fundó la ciudad de Mileto. A la muerte de Asterio Minos reclamó el trono, dedicó un altar a Posidón y pidió que saliese del mar un toro; salió un gran toro blanco y Minos ganó el derecho al trono. Al no placerle a Sarpedón, Minos lo expulsó y se exilió en Cilicia, donde se convirtió en rey. Minos casó entonces con Pasífae y Posidón, para vengarse de un cambio en un sacrificio prometido, hizo que Pasífae se enmorara del toro blanco y disfrazada con una vaca de madera construída por Dédalo, engendró del toro al Minotauro. Para ocultar tal afrenta Minos encargó a Dédalo la construcción de un lugar apartado de Cnosos para encerrar al Minotauro y Pasífae. Dédalo construyó el Laberinto. Radamantis se quedó en Creta y le transfirió a su hermano la costumbre de reunirse cada nueve años en una cueva con Zeus y obtener nuevas leyes para su pueblo.
Minos parece ser el título que recibía el gobernante y la dinastía regia de la cultura cretense minoica de Cnosos, personaje que debía realizar funciones administrativas y sacerdotales. De él nos han llegado noticias a través de la mitología y de los filósofos e historiadores que han hablado de su figura. Platón opinaba que Minos era un gobernante muy sabio al tiempo que un gran juez que cada nueve años se reunía con Zeus; los arqueólogos e historiadores modernos parecen haber identificado esta noticia con una ceremonia que se celebraba cada ocho años completos en las que Minos renovaba su mandato como gobernante, pero no sirviendo a Zeus sino a la Gran Diosa Madre minoica, de la cual dependía y a cuyo cargo estaba como sacerdote.
Antes de seguir quiero indicar que la tradición mitológica de Minos confunde en este nombre a todos los gobernantes de Cnosos (pues era su título y de ninguno de ellos se nos ha transmitido el nombre) así como los gobernantes micénicos que, tras invadir la isla, asumieron la regencia de la isla bajo el mismo título que el gobernante micénico, es decir, que se unen tradiciones minoicas y micénicas, al tiempo que las acciones de muchos gobernantes distintos; la idea del servicio de Cnosos a Zeus transmitida por Platón, sería micénica y el servicio a la Gran Diosa Madre, minoica.
Otra noticia anacrónica de su mitología es que se le hace hijastro de Asterio, nieto de Doro, lo que significa que par la mitología Creta era doria, cosa que no sucede hasta el final del II milenio a. C..Al mismo tiempo Téctamo, padre de Asterio, se dice en la mitología que llevó a Creta una mezcla de eolios y pelasgos (incluyendo quizás jonios del Ática), quizá haciendo referencia a los habitantes de la isla allá el s. VIII a. C. compuesta de aqueos, dorios, eolios, pelasgos y cidonios. El reconocimiento del poder de Minos sería la afirmación del poderío dorio en la isla.
Por contra la mitología nos transmite también una rama del linaje de Minos ajena al mundo griego: su madre Europa, hermana entre otros de Cadmo, rey de Tebas, es hija de Agenor, hijo de Libia y Posidón y procedente de Egipto, y de Telefasa o Argíope, procedente de Canaán. La significación de su nombre, "de ancho rostro", es un sinónimo de la luna llena, título de las diosas lunas Deméter Lebadea y Astarté en Sidón (quizá relacionadas con la Gran Diosa Madre minoica, de la que la luna era un símbolo). La violación de Europa por parte de Zeus recogería un ritual en la que la sacerdotisa de la Luna cabalgaba a lomos del toro-Sol. Se ha querido ver una incursión de Creta en Fenicia par explicar este mito.
La noticia del joven Mileto nos da cuenta de la más que probable fundación de Mileto por parte de cretenses (minoicos o micénicos), confirmada además por el hecho de que a Ladé, en Mileto, se la relacione con el cementerio de Asterio.
Que Sarpedón emigrara a Asia Menor, a Caria y Licia, se ha interpretado como el establecimiento de lugares para el comercio de Creta con dichas regiones.
La noticia de la relación de Pasífae con el Minotauro se explica como un rito en el que la Gran Sacerdotisa de la Luna, que llevaba cuernos de vaca (Pasífae), y el rey Minos, con una máscara con cara de Toro celebraban un casamiento ritual bajo una encina. El toro es el animal ritual de Creta: quedan ferescos con escenas de toros (el famoso salto del toro, deprote o rito), era animal de sacrificio y hay estatuillas de bronce.
El Laberinto como ya se ha dicho es el palacio de Cnosos, un conjunto asimétrico e intrincado de habitaciones, antesalas, vestíbulos y corredores en el que un visitante extraño fácilmente se perdía. Para Evans el nombre vendría de labrys , palabra lidia y caria que significa hacha, haciendo referencia a las dobles hachas, signo de la disnastía real minoica de Cnosos. También recoge la idea de un ritual, un mosaico dibujado en el suelo como patrón a seguir en la realización de un baile (como actualmente las danzas "laberínticas" de la Pascua de Resurrección en Rusia y Gales).
No obstante tenemos otras nociones acerca de Minos. Una concepción de Minos como un gobernante sabio hace referencia a los Minos minoicos, mientras que la idea de Minos autárquico es una caracterización derivada de Minos el último gobernador micénico de Cnosos antes de su destrucción, el cual ejerció una cruel dominación para adquirir una riqueza suficientemente grande para extender su poderío más allá de Creta a las Cícladas y quizá a otras islas (Chipre?).
Heródoto nos transmitieron al mismo tiempo dos ideas acerca del poder de Minos: una, su poderosa flota (la comercial de los minoicos) y otra, el carácter guerrero de la misma (obra de los Minos micénicos); esta idea fue llevada más lejos por Evans cuando desenterró Cnosos: invistió a Minos como el dueño y señor del Egeo bajo el ejercicio de su talasocracia, un reinado del miedo y un control del mar que Homero en la Odisea XI califica de despótico. De nuevo se mezclan el Minos minoico y el micénico: los gobernantes minoicos establecieron en todo el Egeo establecimientos comerciales en las costas, sin llegar a colonizar las regiones donde establecían dichos enclaves; comercialmente hablando sí dominaban el Egeo y tenían una "talasocracia comercial" dentro y fuera del Egeo, al tiempo que nunca usaron las armas para nada y la paz era la nota dominante de su civilización; por su parte, los Minos micénicos sí establecieron pequeñas colonias en el Egeo y además ejercieron una dominación despótica basando su poder en la guerra, de aquí la idea de talasocracia despótica.
Las colonias que Tucídides afirma que Minos creó en el Egeo hay que considerarlas como misiones comerciales o diplomáticas enviadas por la Creta minoica para garantizar la buena voluntad y la ayuda de y a los isleños; el ejemplo más característico que se haya descubierto arqueológicamente hasta ahora es Akrotiri en la isla de Tera.
Al mito de Minos se asocian muchos más: el de sus hijos, el de Pasífae, el de Sarpedón, el de Radamantis, pero creo que dos son los más significativos: el de Dédalo y el de Teseo y Ariadna.
Dédalo pertenece a la familia real de Atenas, descediente de Erecteo y se caracterizaba por ser un herrero admirable y ser un hombre de ingenio sin igual. Huyó de Atenas por asesinar a su sobrino, otro inventor que le superó al descubrir la sierra. Al llegar a la Creta de Minos trabajó a su servicio, gozando de su favor en paz. Tras el asunto de Pasífae y el Minotauro, Minos lo encerró en el Laberinto por él mismo construído junto con su hijo Ícaro. Para huir del laberinto ideó la construcción de alas con cera y plumas para el y su hijo; éste pereció por acercarse demasiado al sol y derretir el sol la cera; otra versión dice que lo hizo con un barco que le prestó Pasífae y se refugió en Sicilia y que Ícaro cayó al mar; otra más dice que inventó las velas para la navegación y así huyó. Minos salió a buscarlo y Sicilia dicen que mató a Minos mientras se bañaba con pez o agua hirviendo.
Su mito también presenta acronismos. Dédalo, Talos y Hefesto parecen ser títulos de un mismo personaje mítico. El mito de Dédalo y Talos y el de Dédalo e Ícaro parecen combinar el ritual de quemar al sustituto del rey solar, que se había puesto alas de águila, en la hoguera de primavera con el rito de arrojar un fármaco con alas de perdiz.
La huída del laberinto se entiende como la huída del piso del mosaico con la danza del laberinto, pero la huída a Sicilia se entiende como la huída de los forjadores de bronce nativos de Creta a Cumas, Sicilia y Cerdeña como consecuencias de las invasiones micénicas y dorias.
Aunque Dédalo consta como ateniense por un demo que lleva su nombre, las artes dedálicas fueron importadas de Creta a Atenas. A él se achacan la invención de las velas de los barcos, lo que permitió una mayor velocidad de éstos (y por ello Minos no lo pudo alcanzar en el mar) o al menos inventó algún artilugio que dotaba de mayor velocidad a los barcos.
Minos ordenó que los atenienses enviaran siete muchachos y siete muchachas cada nueve años a laberinto de Creta, donde esperaba el Minotauro para devorarlos. A Teseo le tocó ir por sorteo o el propio Minos lo eligió en Atenas. Al llegar a Creta, Ariadna, hija de Mino, se enamoró de él y le ofreció el modo de escapar del laberinto: un ovillo de hilo mágico y las instrucciones acerca ce cómo entrar y salir del laberinto: abrir la puerta de entrada y atar al dintel el hilo que se irá desenredándose conforme avance; luego, una vez muerto el Minoturo, sólo hay que recorrer el camino inverso. Hecho eesto condujo a puerto a todo el grupo ateniense y llevó consigo a Ariadna a la que abandonó en Naxos.
Grecia comenzó a minoizarse desde el XVIII a. C. a partir de los lazos comerciales impuestos por Creta. El mito parece ser una rebelión de los atenienses contra los cretenses: construcción de una flota, rebelión y saqueo de Cnosos y un tratado de paz creto-ateniense (casamiento entre Teseo y Ariadna); esto debió de producirse en época micénica y no minoica. El tributo de los jóvenes atenienses al Minotauro era exigido a Atenas y al matar Teseo al animal o vencer en la lucha a Minos (cuyo símbolo era el toro) libera a los atenienses del tributo. Es posible que en alguna época (minoica o micénica) hubiera sacrificios humanos en Creta.
Roberto Lérida Lafarga (IES Serranía Baja, Landete -Cuenca-) Proyecto Clío