Te lleva a la página de inicio Aspectos urbanísticos de Caesar Augusta

Esta contribución es parte del material inédito elaborado para la guía de visitas arqueológicas del curso "Las provincias del Imperio Romano", celebrado en Zaragoza en septiembre de 1998.

Ubicación y configuración urbanística: 41ª 39' N- 0º 53' W. Solar de la actual Zaragoza. Sobre un plano actual de la ciudad puede adivinarse el decumanus maximus (paralelo al Ebro, en las calles Mayor y de Espoz y Mina) y el cardo maximus (bajo la calle D. Jaime o algo más al Oeste), en cuyo cruce se aprecia aún hoy una ligera elevación (Plaza de Ariño) desde la que los gromáticos pudieron trazar los ejes viarios de la colonia. Los límites de la colonia vienen dados por el Coso (cursus), la Calle Cerdán, el Mercado Central, San Juan de los Panetes, la Ribera del Ebro y el Monasterio del Santo Sepulcro.

Generalidades: Colonia romana fundada entre los años 15-14 a.C. con veteranos de la IV Macedónica, VI Victrix y X Gemina, procedentes de las guerras cántabras. Adjudicada a la tribu Aniense. Capital del convento jurídico caesarugustano. Importante nudo de comunicaciones.

Arquitectura pública.

En el momento de la fundación se habrían construido, el puente del Ebro y el acueducto a un tiempo y después las murallas y el foro.

Murallas:Resulta difícil desentrañar las fases constructivas de la muralla de Caesaraugusta. La técnica de construcción fue uniforme: un cuerpo central de opus caementicium y fábrica de sillería al exterior para fortalecerla. Debió estar acabada a finales del siglo I a. C., aunque experimentó reformas posteriores. Se conservan dos imponentes tramos: en la zona de San Juan de los Panetes y en el Convento del Santo Sepulcro. El primero es un lienzo de casi 80 metros, con torreones de 8,30 metros de diámetro separados 14 metros entre sí (como en Legio VII o Asturica Augusta). Parece que lo que hoy conservamos es de la primera mitad del siglo II d. C., con sillares que se superponen directamente sobre el fuerte macizo de opus caementicium de la época de Augusto, aunque no sabemos en qué medida su aspecto actual fue afectado por las reformas medievales. El segundo tramo conservado, en el Convento del Santo Sepulcro, presenta dos torreones de 13 metros de diámetro con dos grandes hiladas de sillares reslatados en su base. El recinto amurallado (del que se conocen datos de hallazgos en el Tribunal de Justicia, en los cimientos de la torre noroeste del Pilar, en el Teatro Principal y en diferentes alturas del Coso) contaría con varias puertas: la de Toledo y la de Valencia, en los extremos del decumanus, y la del Ángel y la del Arco Cinegio, en los del cardo.

Puente: Trazado coincidente con la prolongación de cardo maximus. Construido en piedra, al menos en buena parte, por razones de prestigio y técnicas (sustentación del tubo de plomo que servía de aguas a la ciudad). Su situación coincidiría con el actual Puente de Piedra, aunque los restos hoy conservados son medievales. Caesaraugusta, como Augusta Emerita, es un ejemplo de ciudad nacida a orillas de un río, verdadero genitor urbis. El puente fue el lugar de salida de las vías que unían la ciudad con las Cinco Villas (hacia Pompelo), el Pirineo u Osca.

Obras hidraúlicas: Caesaraugusta contó, desde fecha temprana, con un puente-acueducto. El puente antes citado sustentó el tubo de plomo que servía aguas a la ciudad y que conocemos por los tubos encontrados a comienzos del siglo XIX, cuyo notable diámetro permitió suministrar 11.300 m3 diarios de agua. Gracias a estos tubos conocemos el nombre de un edil (Marcus Iulius Antonianus) y el de varios esclavos públicos empleados en la conducción hidráulica (Artemas, Verna, Pomponius, Eurinus...). El acueducto tomaba las aguas del río Gállego (Gallicum flumen) y las repartía a fuentes, termas y casas particulares. Conocemos además la importante red de saneamiento y cloacas, ejecutadas en duradero opus caementicium, de grandes dimensiones (2,82 m de alto y 2,20 de ancho) y concentradas en la calle Jaime I, Plaza de la Seo y calle de Candalija.

Foros: Es bastante posible que -como sucede, por ejemplo, en Tarraco- Caesar Augusta contara con un forum coloniae y un forum conventus, dada su condición de capital del Conventus Iuridicus Caesaraugustanus. El forum conventus debió ser el primero en ser construido, aprovechando el cruce del decumanus y el cardo. En el subsuelo de la Casa de los Pardo se localizó una estructura rectangular de 6 metros de ancho y 17 de largo, con dos naves, que bien pudo pertenecer a una basílica. En torno a ella, el espacio abierto de las contiguas plazas de Santa Cruz y Ariño dejaría ver la posibilidad de un espacio público cerrado a un lado por la citada basílica y al otro por las termas de San Juan y San Pedro, tal vez ya existentes en época augústea. La estatua de Augusto sobre pedestal entre sus hijos adoptivos que conocemos por la numismática se ubicaría en este foro.

Del forum coloniae se conserva el estadio de época de Tiberio, aunque superpuesto a un estadio previo de época augústea. Su gran magnitud muestra la importancia alcanzada por Caesar Augusta. Situado bajo la actual Plaza de la Seo, (donde ya se había habilitado un macellum con tabernae de varios pisos y huecos para insertar dolia o tinajas de almacenamiento desde época de Augusto) conformaría un gran rectángulo de 160 x 12 metros. El recinto estuvo pavimentado con losas de caliza y construido con opus caementicium y cortinas de opus vitattum y opus africanum. El lado abierto al cardo fue dotado de un amplio porche que albergaba gran cantidad de tabernae con pórticos dobles y sótanos. En el lado Sur del foro se construyó la curia (de planta rectangular con ábside cuadrado flanqueado por dos oficinas) cuyo gran tamaño informa del alto número de miembros del ordo decurionum con que contó la ciudad; tal vez una basílica; un posible granero público (a juzgar por los grandes muros de opus caementicium dispuestos con poca separación para facilitar una superficie ventilada y aislada, adecuada a dicho uso); y un presunto edificio religioso, justo bajo la catedral de La Seo, del que sólo podemos hacer conjeturas a través de los datos numismáticos, que muestran un templo corintio hexástilo levantado a Pietas Augusta y otro corintio tetrástilo asociado también a dicha abstracción del culto imperial. Frente al actual Ayuntamiento, en la parte más alta de la colonia, se situaría el Capitolio, un templo dedicado al culto imperial, de 29,20 por 15,10 m, cimentado sobre durísimos muros de opus caementicium, construido sobre un elevado podium rectangular al que se accedía por una escalinata que daba a la cella, y que quizás fue de tipo próstilo, con frente tetrástilo.

Embarcadero y área mercantil: Las necesidades de un área mercantil impusieron desde la época de la fundación la necesidad de sanear la terraza inmediata al Ebro para crear un puerto fluvial. Los hallazgos más recientes documentan la presencia de un gran área comercial y de almacenamiento de grano, dependiente del forum coloniae, en el solar que hoy ocupa la Plaza de San Bruno, el Paseo de Echegaray-Caballero y la Calle del Sepulcro. Este complejo tuvo una puerta monumental provista de triple acceso y escalinata.

Teatro: Situado entre las calles de la Verónica y Pedro Joaquín Soler. Concluído durante los últimos años del reinado de Tiberio. Sigue el modelo del Teatro Marcelo de Roma. Para su construcción se llevaron a cabo importantes trabajos de aterrazamiento a fin de conseguir una superficie apta, sobre la que se edificó -en anillos de opus caementicium y muros radiales- la infraestructura de la cavea. La fachada se cubrió con opus quadratum. Conserva parte de la orchestra enlosada en mármol (reforma de época flavia). Las dimensiones (106 m de diámetro desde el anillo exterior) y su número de gradas llevan a pensar en una capacidad de 6000 espectadores, superior incluso a la del teatro de Augusta Emerita. Desconocemos todavía la parte de la scaena, tal vez la más monumental, pero que permanece sin excavar. En época de Trajano se le añadió en la zona de la entrada axial un gran podio, posiblemente destinado a sustentar elementos relacionados con el culto imperial, como se hizo en los teatros de Italica o Augusta Emerita.

Termas: Situadas en el área de San Juan y San Pedro. Construidas a finales de la dinastía Julio-Claudia. De las estancias dedicadas específicamente a baños se conserva la piscina de agua fría, natatio, con columnados laterales. El frigidarium se remató en lados absididados y el suelo estuvo placado de mármol. Es posible que la disposición de las estancias típicas (caldarium, tepidarium, labrum...) fuera axial, aunque no se han hallado restos de éstas.

Necrópolis: Hubo una necrópolis en la zona de Santa Engracia, que se utilizó desde el siglo I d. C. hasta época antoniniana (s. II d. C.). Otra necrópolis se extendió en la zona del barrio de las Fuentes, ocupando una extensión de 30.000 m2, con inhumaciones en tegulae y lajas pétreas, que sustituyeron a la más antigua incineración. A finales del siglo II d. C. se creó la necrópolis de la Puerta Occidental, localizada cerca de la misma, con enterramientos a ambos lados de la vía de salida de la colonia. En el siglo III d. C. se levantó otra necrópolis, en la salida Norte de la colonia, junto al río. También hay noticias de enterramientos en el Hotel Corona de Aragón y la Puerta del Carmen, aunque de cronología imprecisa.

Arquitectura privada
En época augústea predominó la domus unifamiliar, con atrio central cubierto (testudinado) o descubierto, y con tejado de cuatro vertientes hacia el interior para recoger el agua de la lluvia, sustentado con enormes vigas (atrio toscano) o por cuatro columnas (atrio tetrástilo), a cuyo alrededor se disponían las habitaciones privadas o con función social. Los hallazgos de esta época son escasos, incompletos y dispersos (Jaime I, Echegaray -Caballero, Casa Pardo...). En época de Tiberio la colonia experimentó un gran apogeo. Algunas casas de época anterior sufrieron modificaciones (Casa Pardo, C/ Universidad) y se construyeron otras de grandes dimensiones con diversas estancias con suelo de tierra, áreas al aire libre (hortus), pavimentos de terrazo blanco y empleo del opus vittatum mixtum (piedra y ladrillos) como las de la Calle Gavín y Sepulcro, la Plaza del Pilar, o la Calle Prudencio, dotadas éstas dos últimas de instalaciones termales. De época flavia es la casa excavada en la Calle Heroísmo, de atrio y patio porticado, situada fuera del recinto amurallado. En el siglo II d. C. se siguieron construyendo las casas a base de muros de cantos, alternados con otras modalidades (sillarejo). Se decoraban con capiteles corintios y mosaicos (bícromos como los de Torrenueva y polícromos como los de la Zuda con representación de Eros y Psiqué) y presumiblemente también con pinturas, aunque no se han conservado restos.

Fuentes epigráficas: CIL I, 709; II, 2992; 4073; 4249; 5764; III, 6417; 14511; VI, 9; IX, 793; AE (1949) 200; ERRioja nº 17.

Fuentes numismáticas: Vives, MonHisp., Lám. 30 (ceca 19) y lám. 147-164 (ceca 2).

Fuentes literarias: Str., 3, 4, 10; Mela, 2, 88; Plin., nat., 3, 24; Ptol., geog., 2, 6, 62; Itin. Ant., 392, 1; 438, 1; 439, 4; 439, 13; 443, 2; 444, 2; 446, 1; 446, 2; 448, 1; 451, 2; 452, 6; Prud., perist., 4, 1; Auson., Epist. Lib., 23, 88; Paul. Nol., epist., 231; Hyd., Chron., 2, 25; Isid., Sueb., 87; Iul. Hon., cosmogr., A 35; Chron., Caesaraug., II p. 222; Epist., pontif., 13, 2, p. 159; Chron., gall. chron., 651; Ravenn., 310, 3-4; 311, 8-9.

Bibliografía selecta: Arce, J., Caesaraugusta, ciudad romana, Zaragoza, 1979; Mostalac, A. y Pérez, J. A., "La excavación del foro de Caesaraugusta", La Plaza de la Seo. Investigaciones histórico-arqueológicas, Zaragoza, 1989, pp. 81-155; Beltrán Lloris, M., "El teatro de Caesaraugusta. Estado actual de conocimiento", Teatros romanos de Hispania, Murcia, 1993, pp. 93-118; Mostalac, A., "La red de cloacas de Caesaraugusta", Congreso Internacional de Arqueología Clásica, XIV, Tarragona, 1994, pp. 301-302; Beltrán Lloris, M. y Galve, M. P., "Caesaraugusta", Las necrópolis de Zaragoza, Cuadernos de Zaragoza, 63, 1991, pp. 19-47; Beltrán Lloris, M. y Fatás, G., César Augusta, ciudad romana, Zaragoza, 1998.

J. Andreu y M. P. Rivero (Universidad de ZaragozaProyecto Clío