Además de las divinidades helénicas, encontramos entre los tipos
iconográficos de las monedas deidades locales.
La mayoría de los autores identifican una serie de tipos con divinidades
vinculadas a una determinada ciudad sobre la que ejercer su protección. Son
los "nagara devata" o divinidades políadas, con frecuencia encarnados en la
figura de un animal. En Pushkalavati la divinidad local adopta la forma de
un cebú, y como tal aparece en buen número de emisiones que, supuestamente,
habrían sido acuñadas en dicha ciudad, y lo mismo se ha apuntado a
propósito del elefante en relación con la ciudad de Taxila.
Diomedes. Bronce cuadrado bilingüe griego-jaroshti. Doble unidad de patrón indogriego. Dioscuros de pie con lanzas / Cebú. Imagen extraída de www.maltergalleries.com
Lisias. Bronce cuadrado bilingüe griego-jaroshti. Doble unidad de patrón indogriego. Busto de Heracles con maza al hombro / Elefante. Imagen extraída de www.wildwinds.com/coins/greece/baktria/kings/lysias/t.html
Algunas de estas deidades locales habrían sido objeto del fenómeno conocido como "interpretatio graeca" y, en consecuencia, equiparadas por los griegos con divinidades helénicas. Así, Eucrátides I acuña unos bronces cuadrados bilingües con su retrato en el anverso, mientras que el reverso muestra una divinidad entronizada -Zeus según algunos autores, una divinidad femenina según otros- portando una palma y a cuyos pies figuran un pequeño elefante y un cono que podría representar una montaña, todo ello acompañado por la leyenda jaroshti KAVISIYE NAGARA DEVATA, esto es, "el dios de la ciudad de Kapisa". Por su parte, Antialcidas acuña con el tipo de un Zeus Nikéforo entronizado con un pequeño elefante a sus pies -en ocasiones cogiendo una corona con la trompa- o con otro mayor situado detrás del trono, y Télefo sitúa junto a su Zeus entronizado un cono similar al que aparece en las monedas de Eucrátides. A partir de ahí, los diferentes autores han considerado que la divinidad tutelar de Alejandría-Kapisa, con la apariencia física de un elefante, residía según los indios en la cima de una montaña, razón por la cual los griegos la identificaron con Zeus, lo que explicaría la composición iconográfica que figura en las monedas. Sin embargo, también aparece un pequeño elefante tras la figura de Apolo en ciertos bronces de Zoilo II.
Antialcidas. Plata bilingüe griego-jaroshti. Tetradracma indogriega. Busto de Antialcidas con casco / Zeus Nikéforo entronizado con cetro y un pequeño elefante a sus pies. Imagen extraída de www.coinstkalec.ch
Un fenómeno de "interpretatio" similar habría tenido lugar en el caso de
las divinidades protectoras de las ciudades, las cuales se ocultarían bajo
las diferentes formas de Tyché que encontramos en las monedas.
Precisamente tanto en el caso de Zeus como en el de Tyché, algunas de sus representaciones muestran la mano derecha tendida con los dedos adoptando una posición forzada que ha sido interpretada por algunos autores como un gesto de los que en la iconografía india realizan las divinidades con las manos para comunicarse con los fieles, conocidos como "mudras" ("gestos mayores") y "hastas" ("gestos menores"). Así se advierte en la Tyché entronizada con cornucopia que aparece en los reversos de algunas de las dobles decadracmas acuñadas por Amintas, y también en las representaciones de esta divinidad que figuran de pie en los reversos de la plata y el bronce acuñados por Hipostrato y sobre el anverso de una serie de bronce emitida por Filoxeno.
Amintas. Plata circular. Doble decadracma ática. Busto de Amintas con casco / Tyché entronizada portando la cornucopia sobre el brazo izquierdo y haciendo un gesto con la mano derecha extendida. Imagen extraída de icg.harvard.edu/~class164/indiagallery/source/11.html
El mismo gesto se observa en el Zeus de pie, hacia la izquierda, con cetro
alto sobre el brazo izquierdo que figura en la plata acuñada por Peucolao,
y en el entronizado con corona radiada y cetro alto de los reversos de la
plata de Hermaios y de los anversos del bronce de Télefo. Y también en el
caso de algunas divinidades difíciles de identificar pero asimismo
radiadas, como la figura de pie con manto y con lanza que aparece en el
reverso de una serie acuñada en plata por Platón, o aquella otra similar
pero vestida con jitón, portando cetro alto y con rayos muy prominentes que
ocupa el anverso de una serie de bronces cuadrados acuñados por Filoxeno
-el mismo soberano que emite otra serie con Tyché entronizada haciendo el
mismo gesto.
Ciertamente, estas divinidades radiadas ejemplifican las dificultades que
plantean algunas acuñaciones indogriegas a la hora de identificar los tipos
representados sobre ellas. A menudo dicha dificultad refleja la existencia
de fenómenos de sincretismo. Recientes hallazgos de joyas han proporcionado
representaciones muy particulares de una Niké alada haciendo un gesto
difícil de interpretar en un contexto helénico, y de Hermes tocado con el
pétaso, apoyando la mano derecha sobre un arco y acompañado por un ciervo,
cuando tanto el arco como el ciervo son elementos ajenos a aquél y más
propios de una divinidad como Artemisa. Volviendo a las monedas, en el caso
del citado Zeus entronizado de Hermaios la combinación de la corona radiada
y el tocado de estilo persa ha impulsado a algunos autores a identificarlo
con Zeus-Mitra. La figura radiada conduciendo una cuadriga al galope que
aparece exclusivamente sobre los reversos de las tetradracmas acuñadas por
Platón podría asimismo representar un caso de sincretismo de Apolo-Helios
con una divinidad india o incluso de "interpretatio graeca" de Surya, el
dios solar védico que conduce por el cielo sus "harits" o asnos solares,
pero este soberano no acuña moneda indogriega. Además los reversos de otra
serie de plata igualmente acuñada por Platón exhiben esa misma figura
radiada de pie, vestida con manto, con lanza al hombro y haciendo el
consabido gesto con la mano derecha, por todo lo cual se ha preferido
identificarla con Mitra. También de pie, de frente y haciendo el gesto con
la mano derecha, pero vestida con jitón, portando un cetro alto y con los
rayos que salen de la cabeza mucho más destacados aparece una figura
similar a la anterior sobre los anversos de una serie de bronces cuadrados
acuñados por Filoxeno. Por otra parte, los anversos de dos series de
bronces cuadrados acuñadas respectivamente por Amintas y Hermaios exhiben
el busto de un dios barbado que lleva una especie de gorro frigio radiado y
un cetro al hombro. Finalmente, Hipostrato emite dos series de bronces
cuadrados en cuyos respectivos anversos figuran una deidad entronizada
difícilmente identificable con Zeus ni con ninguna otra divinidad helénica,
y un tritón de cola bífida que sostiene un delfín en una mano y un timón en
la otra.
En este sentido, las escasas acuñaciones de Télefo resultan paradigmáticas. La plata muestra en el anverso un personaje cuyas extremidades inferiores no son tales sino una especie de tentáculos -similar por ello al que figura en los bronces de Hipostrato-, posiblemente un genio de las aguas, mientras que en el reverso aparecen de pie dos figuras vestidas con túnica, una con corona radiada y cetro alto y otra coronada con un creciente lunar o par de cuernos, sin duda una divinidad solar (¿Mitra?) y otra lunar tal vez relacionadas con el ámbito iranio. En cuanto al bronce, el Zeus entronizado con cetro alto de los anversos se distingue de su representación canónica por la corona radiada, por el gesto que realiza con su mano derecha tendida y por el cono situado a sus pies, similar al que aparece en las monedas de Eucrátides I con la ya citada leyenda jaroshti KAVISIYE NAGARA DEVATA. Dicho tipo aparece emparejado en dos series diferentes, una de forma cuadrada y otra circular, con sendos reversos igualmente problemáticos: una figura masculina vestida con jitón, lanza al hombro y brazo izquierdo en alto, junto a la que se aprecia el mismo cono del anverso; y otra figura masculina de perfil hacia la derecha y en cuclillas, identificada por Bopearachchi con un asceta o un brahmán indio. Se trata de tipos desconocidos entre las acuñaciones de los demás soberanos, que aparecen únicamente en las emisiones de Télefo y en algunas de las acuñadas por soberanos indoescitas, lo cual da idea de la proximidad cronológica existente entre uno y otros, si bien tampoco faltan hipótesis tan arriesgadas como considerar a dicho soberano un usurpador escita que cambió su nombre por otro griego.
Todo lo contrario sucede en aquellos casos en los que las divinidades indias representadas sobre las monedas se hallan perfectamente identificadas gracias a la incorporación de unos atributos característicos que cuentan con paralelos en otras representaciones iconográficas. En las excavaciones de la ciudad helenística de Ai Khanum fue hallado en 1970 un tesoro que incluía seis dracmas cuadradas bilingües de Agatocles con la leyenda griega BASILEOS AGATHOKLEOUS, "del Rey Agatocles", sobre el anverso y el rótulo brahmi equivalente RAJINE AGATHUKLAYESA sobre el reverso. Una y otra cara exhiben sendas figuras masculinas en idéntica actitud pero con atributos diferentes: las dos muestran el cuerpo de frente y los pies de perfil divergentes sobre la línea del suelo, visten con un chal y un manto típicamente indios, se adornan con pendientes y se cubren con un casco de cimera muy barroco, pero el personaje del anverso porta un arado en miniatura en una mano y un mazo en la otra, mientras que el del reverso sostiene con el brazo izquierdo y a modo de escudo una rueda o disco de ocho radios, y con la mano derecha lo que parece una caracola.
Agatocles. Plata cuadrada bilingüe griego-brahmi. Dracma de patrón indogriego. El dios indio Balarama-Samkarshana / El dios indio Krishna-Vasudeva. Imagen extraída de sarasvati.simplenet.com/indianarms.htm
Se trata de dos divinidades indias perfectamente identificadas pertenecientes a la forma más antigua del culto de Vishnú, la religión Bhagavata, y en ese sentido constituyen manifestaciones de dicha divinidad: la primera representa al dios Balarama en su advocación como Samkarshana o "Labrador", cuyos atributos son el arado y el mazo, y la segunda a Krishna-Vasudeva, caracterizado por el disco, a la vez arma de guerra y símbolo disco solar. Recordemos que en honor de esta última divinidad fue erigido el denominado Pilar de Besnagar por Heliodoro de Taxila, embajador del soberano indogriego Antialcidas en la corte del monarca shunga reinante en Vidisa a finales del siglo II a.C., tal como recuerda la inscripción brahmi grabada sobre este monumento. El culto de Vishnú continúa siendo todavía hoy uno de los más importantes de la India. Surgió en los siglos en torno al cambio de Era a partir de la fusión de esta divinidad, muy antigua pero secundaria dentro del panteón védico, y cultos populares centrados en dos héroes divinizados, Vasudeva-Krishna y su hermano mayor Samkarshana. Curiosamente, las figuras que aparecen sobre estas monedas son las más antiguas entre las representaciones de dichas divinidades que pueden identificarse con absoluta seguridad como tales, dado el carácter esquemático de otras cronológicamente anteriores. Estrechamente ligadas con las dracmas de Agatocles se hallan ciertas series de bronces cuadrados acuñadas tanto por este mismo soberano como por su predecesor Pantaleón. Coinciden con ellas en cuanto al carácter bilingüe griego-brahmi de la leyenda, su forma cuadrada con los bordes cortados de un modo defectuoso, su iconografía puramente india y el estilo artístico de ésta. Sin embargo, resultan diferentes por lo que se refiere a los tipos y, curiosamente, a la ubicación de las leyendas: si los primeros consisten en una figura femenina de pie y un león con melena y con las patas delanteras rígidas, y, en consecuencia, cabe interpretar como anverso la cara que exhibe la representación humana y como reverso aquella otra que muestra el animal, comprobamos cómo, a diferencia de todas las demás acuñaciones bilingües, es la leyenda brahmi la que figura sobre el anverso y la griega la que lo hace sobre el reverso, un rasgo que no podía ser apreciado en la plata de Agatocles al figurar sobre sus dos caras la representación de sendas divinidades. La imagen femenina, de cintura muy estrecha y pecho opulento, viste un faldón y un chal, exhibe un peinado indio, se adorna con pendientes y guirnaldas y porta una flor de loto en la mano derecha, pero adopta una pose poco natural, con el busto de frente y las piernas de perfil.
Pantaleón. Bronce cuadrado bilingüe griego-brahmi. Doble
unidad de patrón indogriego. La diosa india Ekanamsa / León.
Imagen extraída de www.ancient-art.com/east.htm
Lo forzado de dicha postura llevó a interpretar la figura femenina como una
bailarina. Posteriormente se prefirió ver en ella a Lakshmi, diosa de la
fecundidad y de la abundancia, pero tras el descubrimiento en 1970 de las
mencionadas dracmas bilingües de Agatocles ha sido identificada como
Ekanamsa o Subhadra, hermana de Krishna y de Balarama, las divinidades
indias representadas sobre dichas piezas, junto a las que aquélla aparece
en algunos bajorrelieves indios de época posterior. Por otra parte, las
coincidencias técnicas e iconográficas sugieren que todas estas series
fueron emitidas por un mismo taller, muy probablemente Taxila -algunas de
cuyas emisiones locales, previas a la llegada de los griegos de Bactriana,
muestran la misma divinidad femenina, aunque de un modo más hierático-, y
que los bronces habrían actuado como divisores de la plata.
2.5. Objetos simbólicos índice del capítulo