Te lleva a la página de inicio Orígenes de la Restauración

Abrir en ventana nueva

  El período isabelino significó la hegemonía del partido moderado, que defendía el nuevo régimen liberal surgido tras la crisis del Antiguo Régimen, pero en sentido restrictivo, siguiendo lo que se conoce como liberalismo doctrinario.

  Este régimen, que significaba el predominio político de los propietarios agrarios beneficiados por la desamortización y las clases conservadoras, bloqueaba el acceso al poder de los partidos de oposición, para quienes no quedaba otro recurso que el pronunciamiento o la revolución.

  Esta situación se quebró en 1868, dando paso a una agitada etapa que se prolongó durante seis años y que conoció varios regímenes políticos: regencia, monarquía democrática de Amadeo de Saboya, república federal y república conservadora, en los que fueron poniéndose en práctica los diferentes proyectos de la coalición que hizo posible la Revolución.

  La profundización de los principios liberales en sentido democrático, la defensa de las libertades y el peso político que adquirieron pequeña burguesía y clases populares no eran fácilmente admisibles para quienes habían controlado el poder en las décadas anteriores. La agitación y los conflictos bélicos (guerra carlista, guerra de Cuba, conflicto cantonal) impulsaron a las clases conservadoras a apostar por la Restauración de la monarquía.

  Sin embargo, el acuerdo no fue fácil entre los restauracionistas. Un importante núcleo "moderado" optaba por la continuidad con el período isabelino. Pese a las dificultades encontradas, el político malagueño Antonio Cánovas del Castillo, procedente de las filas de la Unión Liberal, a quien se encargaron los trabajos restauradores, se decidió por la persona del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, y por un sistema político más abierto, donde se reconocieron progresivamente los derechos individuales del Sexenio y en el que la oposición pudiera acceder al poder por vías pacíficas.

  El proceso de aglutinación de las fuerzas defensoras de la Restauración Borbónica, que no fue fácil, tuvo como hito la publicación por parte del príncipe Alfonso de su programa como rey. Ese documento es conocido como el Manifiesto de Sandhurst, cuyo nombre viene de la Academia militar inglesa donde se encontraba realizando sus estudios.

  Finalmente, aunque Cánovas era partidario de una transición pacífica, el príncipe fue proclamado como nuevo rey tras el pronunciamiento de Sagunto, protagonizado por el general Martínez Campos.

siguiente.gif (1040 bytes) MARCO CRONOLÓGICO
siguiente.gif (1040 bytes) EL SISTEMA POLÍTICO
siguiente.gif (1040 bytes) PARTIDOS POLÍTICOS
siguiente.gif (1040 bytes) EL MARCO JURÍDICO

 

Cesar Layana  Proyecto Clío