Fuentes |
Luis A. Ortega Ruiz
Publio Cornelio Tácito (55?-120?), Germania ( De origine ac situ Germanorum), XIII
Nihil autem neque publicae neque privatae rei missi armati agunt; sed armas sumere non antequiquam moris, quam civitas suffecturum probaverit. Tum, in ipso concilio, vel principis aliquis vel pater vel propinqui cuto frameaque iuvenem ornant; haec apud illos toga, hic primus juventutis honos; ante hoc domus pars videntur, mox rei publicae. In signis nobilitas aut magna patrum merita principis dignationem etiam adulescentulis assignant… Gradus quin etiam ipse comitatus habet, iudicio eius quem sectantur; magnaque et comitum aemulatio, quibus primus apud principem suum locus, et principuum, qui plurimi et accerrimi comites. Haec dignitas, haec vires, magne semper electorum iuvenum gloribo circumdari; in pace decus, in bello preasidium. Nec solum in sua gente quicque sed apud finitimas quoque civitates hic nomen, eam gloria est, si numero ac virtute comitatus emineat; expotuntur enim legationibus et muribus ornatur et ipsa plerumque fama bella profligant.
No tratan ningún asunto, ni público ni privado, sin las armas; pero no es costumbre que nadie tome las armas antes de que la ciudad le haya reconocido capaz. Entonces, un jefe o el padre del joven o un pariente le entrega el escudo y la lanza: es su toga viril; son sus primeros honores juveniles; antes era miembro de una familia, ahora se convierte en miembro del Estado. El nacimiento ilustre o los destacados méritos de su padre otorgan a los jóvenes la estima de un jefe; se agrupan entorno a alguien de más edad y experiencia y es un honor figurar entre sus compañeros. Existen en ellos grados , de acuerdo con la estima del jefe. Existe entre los compañeros una emulación por ver quien ocupa un lugar preferente cerca del jefe y entre éstos para ver quien tiene más seguidores y más valientes. Es muestra de dignidad y poder estar siempre rodeado de una juventud numerosa y elegida: es un adorno en la paz y una seguridad en la guerra. Y no sólo en su nación, sino entre las vecinas, adquiere un jefe reputación y gloria, si se distingue por el número y bravura de sus seguidores: se le busca por medio de embajadas, se le envían regalos y a menudo su solo nombre vence en una guerra.
Las clientelas militares de los germanos descritas por el autor romano Tácito. Las clientelas militares junto con instituciones como el patronato romanas serán componentes esenciales en el periodo feudal.