Página de inicio La administración del Estado

El absurdo de este apartado no se desarrolla apenas en la escena agonal, sino que es la segunda parte donde se realiza toda la carga paródico-burlesca del absurdo. Las razones son variadas: como hemos dicho el fundamento del absurdo aparece en contrapartida de la utopía; Proxágora nos ofrece la utopía, mientras que Blépiro con sus contraposiciones al planteamiento de Proxágora nos ofrece el absurdo. Así ocurre en la cuestión de la comunidad de bienes, mujeres e hijos. Por otro lado en la cuestión de la abolición de los procesos hemos visto que la escena es la más seria de la parte agonal, por lo que Aristófanes, para poner más de relieve la fisura del sistema jurídico del momento no permite que el absurdo entre en la escena. Por otra parte las escenas de la comunidad de hijos y mujeres son la plasmación del ideal comunista, son por tanto la puesta en práctica de la administración del nuevo estado, y ya hemos visto que son escenas cargadas de gran dosis de absurdo. Posiblemente el absurdo más claro de la administración es el convertir los tribunales en comedores y las urnas en mesas para servir la cena y para llevar a cabo los banquetes (vv. 677-680):

Blép.: Y la tribuna, ¿para qué será útil?.

Prax.: Colocaré allí las cráteras y los cántaros de agua; y podrán allí cantar los niños celebrando a los valientes en la guerra y los cobardes, si los ha habido, para que, de vergüenza, no cenen.

En la escena se burla de una de las cosas más sagradas y veneradas por los atenienses: los tribunales; los tribunales daban de comer a los ciudadanos con la paga de tres óbolos, pero ahora de verdad es cuando los tribunales les van a dar de comer, en unos banquetes con cantos y celebraciones, con la ridiculización del sorteo de los puestos donde cenará cada uno dentro del tribunal, donde cada uno se esforzaba antes por conseguir un lugar "de privilegio" (vv. 681-686).

Prax.: La instalaré en el ágora. Y luego yo, colocando a todos al lado de Harmodio, haré que vayan sacando suertes hasta que cada uno, habiendo obtenido la suya, se marche contento sabiendo en qué letra le toca cenar. Y un heraldo proclamará que los de la beta le sigan, para ir a cenar, al pórtico Real, y el grupo de la zeta al que está al lado de ése, y los de la kappa al pórtico del mercado de las harinas.

Volver.gif (978 bytes) El mecanismo del absurdo

Roberto Lérida (IES Serranía Baja, Landete -Cuenca-)  Proyecto Clío