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La perspectiva en la pintura italia del Quattrocento.

Elena Sarnago

LA SIENA DEL TRECENTO

La perspectiva es un elemento decisivo para el nuevo arte. La distribución de los elementos en el espacio es uno de los aspectos esenciales de la composición. “La perspectiva es la manera que hace posible  visualizar el espacio pictórico, según unas leyes intuidas o experimentadas de manera racional” (J.R. TRIADÓ y R. SUBIRANA, 1994). En el Quattrocento se supera el sistema figurativo medieval en el que el espacio remite a un ámbito sagrado, irreal y sin perspectiva. A partir del siglo XV, se organiza de manera unitaria, eliminándose lo irrelevante. Para los primeros historiadores del Renacimiento este nuevo sistema de representación es la recuperación dell´antico (V. NIETO ALCAIDE y F. CHECA CREMADES, 1987).

Pero, la tridimensionalidad no se adopta enseguida. Los indicios de ruptura se ven en las obras realizadas por los pintores que trabajan en Siena durante el Trecento. Los cuadros de GIOTTO (h. 1266-1337), uno de los maestros de la pintura de todos los tiempos, superan la concepción simbólica medieval. En ellos, el espacio viene determinado por lo que contiene, no es un elemento con entidad propia. Lo mismo puede decirse de algunas pinturas de AMBROGIO LORENZETTI (h. 1280-1348), quien en la Presentación en el templo (Galleria Uffizi, Florencia, 1342) y en la Anunciación (Academia de Siena, 1344) construye el espacio siguiendo el esquema del Quattrocento, es decir, mediante la articulación y confluencia de las líneas en un punto.

Estos artistas, por práctica empírica, llegan casi a formular un nuevo sistema de representación. El tema de la Adoración de los Magos es el más frecuente en la pintura florentina del Quattrocento. La temática de las obras de arte nunca se escoge sin motivo. En una sociedad de grandes mecenas, la Adoración encierra un aspecto social: el homenaje de los grandes señores a Dios. En pocos años, se pintan en Florencia importantes cuadros con este asunto. Uno es el de LORENZO MONACO (h. 1370-h. 1423) seguidor de la tradición florentino-sienesa. En su Adoración de los Magos (Galleria Uffizi, Florencia) acentúa el elemento espiritualista sobre el naturalista. Elimina flores, animales y ornamentos, reduce el paisaje a fragmentos rocosos y convierte el portal en una construcción simbólica, la Iglesia. GENTILE DA FABRIANO (h. 1370-1427) es maestro del Gótico internacional. La Adoración de los Magos (Galleria Uffizi, Florencia, 1423) que pinta es un encargo de Palla Strozzi, el hombre más poderoso de Florencia. En la escena, para llegar al portal los reyes interrumpen una cacería y llegan con su séquito. El cortejo da varias vueltas en un paisaje que se despliega hasta llenar el cuadro. Todo parece una fiesta cortesana. El tercer cuadro que comentamos lo pinta BENOZZO GOZZOLI (h. 1420-1497). La Comitiva de los Reyes Magos (Palacio Médici-Riccardi, Florencia, 1459) se concibe como algo decorativo. La composición es rica en pequeños detalles de gran valor visual. Su carácter retardatario en lo formal se suple con la fidelidad de los retratos de los comitentes, la familia Médici. Estas pinturas muestran un espacio artificial, similar al de los tapices.

GENTILE DA FABRIANO Adoración de los Magos - Tabla, 1,03 x 2,82 mBENOZZO GOZZOLI Comitiva de los Reyes Magos - fresco
GENTILE DA FABRIANO    Adoración de los Magos -  Tabla, 1,03 x 2,82 m BENOZZO GOZZOLI  Comitiva de los Reyes Magos - fresco

 

Imagen 3TOMASSO MASACCIO (1401-1428) pinta una Adoración como parte de la predela del políptico de Pisa (Staatliche Museum, Berlín, 1426), pero llega a otra interpretación del tema. Hay pocos personajes y se disponen sobre un plano horizontal definido por las sombras que trazan unas figuras llenas de luz. El portal es un cobertizo en penumbra, los ropajes son austeros y el vacío tiene el mismo valor plástico que las figuras, no hay fuga en el infinito y el espacio es totalmente real. Para el artista, no hay jerarquía entre las cosas representadas. Compone mediante llenos y vacíos y todo descansa en el equilibrio de verticales y horizontales. Esta obra influye decisivamente en la pintura europea de su época y supone un cambio en la representación de un tema de larga tradición en la pintura medieval (G.C. ARGAN, 1987).