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El Imperio comienza en el año 27 a. C, cuando el Senado romano, reconoce el poder de Octavio (vencedor en la guerra civil contra Marco Antonio), nombrándolo Augusto (elegido por los dioses) y principe (el primer ciudadano); y se suele dar por finalizado en el año 476 d. C. cuando Odoacro (general bárbaro Pueblos procedentes de Europa y Asia que se extendieron por Europa sobre todo a partir del s. III d. C. y ocuparon el Imperio romano en el s. v d. C. al servicio de Roma) depone al último emperador de occidente Rómulo Augustulo.
Los emperadores concentraron todos los poderes los títulos que adoptaron fueron: principe (poder político), emperador (poder militar), pontífice máximo (poder religioso) y augusto (el mejor).: político, militar, legislativo y religioso.
Y aunque no desaparecieron ni el Senado, ni otras instituciones repúblicanas, como las magistraturas y los comicios, estas estaban controladas por el emperador, que ocupaba el cargo de forma vitalicia y nombraba a su sucesor, formándose dinastías.
Los emperadores prosiguieron las conquistas y en tiempos del emperador Trajano (98-177) alcanzó su máxima extensión. Los territorios conquistados se habían ido organizando en provincias desde la República, pero su administración se perfecciona durante el Imperio. Las provincias se dividieron entre las administradas por el Senado (las más pacificadas) y las imperiales. Los gobernadores, nombrados por el emperador, recaudaban los impuestos, se encargaban del orden público y aseguraban la defensa.
Durante los siglo I y II, el imperio gozó de un periodo de relativa tranquilidad, que se le dió el nombre de "pax romana". Durante este tiempo hubo un importante desarrollo de la economía, de la cultura y de la vida ciudadana.
Los pueblos conquistados fueron adoptando la lengua (latín) y las formas de vida propias de los romanos, las ciudades se llenaron de grandes construcciones y obras públicas y se extendió el derecho de ciudadanía romana (en 212 el emperador Caracalla lo concedió a todos los hombres libres del imperio), a este proceso se le denomina romanizaciónProceso de aculturación de las zonas conquistadas por Roma durante la antigüedad .
El principal vehículo de la romanización fue la extensión de la vida urbana. El Imperio romano fue un mundo de ciudades. Crecieron las ciudades viejas y se crearon otras nuevas. Pero los romanos influyeron de manera diferente en Oriente y Occidente. En la parte oriental del Imperio, los antiguos reinos helenísticos, no pudieron influir mucho, ni siquiera se impuso el latín sobre el griego. Sin embargo, en Occidente, Roma creó la primera red de ciudades, las colonias. Las ciudades indígenas se adaptaron y sus habitantes adoptaron la mueva civilización.
LECTURA: El imperio había traído consigo una relativa paz civil, acompañada por un considerable relajamiento de la política de conquistas. El cambio de política con respecto a las provincias había hecho que la explotación de las mismas adquiriera un caracter organizado [...]. Muchos emperadores , especialmente los Antoninos, habían fomentado la actividad municipal y se habían preocupado por el desarrollo de la vida cultural de las provincias. La piratería fue liquidada [...]. Se había desarrollado una magnífica red vial y se había introducido una moneda imperial única. [...] En el Imperio de los dos primeros siglos se puede además notar el desarrollo de la técnica [...], la evolución del artesanado, el impulso que la vida económica recibió en muchas provincias [...]. La fortuna de las clases altas en las provincias había aumentado, las ciudades provinciales habían logrado su autonomía y vivían una intensa vida económica y cultural. Algunas ciudades antiguas, que a finales de la República habían comenzado a decaer, renacían. En los confines del Rin y del Danubio, en África septentrional y en la Dacia surgía una gran cantidad de nuevos centros urbanos. S.I. KOVALIOV, Historia de Roma, Madrid, Akal, 1979. |
A partir de finales del siglo II la paz y la prosperidad económica empiezan a desquebrajarse. Durante el siglo III el imperio romano vivió una grave crisis política, militar y económica:
Las dificultades hicieron saltar por los aires el ya conflictivo sistema de elección de los emperadores. El ejército y la guardia pretoriana se creían con el derecho a imponer a sus jefes como emperador, lo que ocasionó numerosos conflictos civiles que generaron el caos.
Además, las fronteras del Rin y el Danubio fueron objeto de frecuentes ataques de pueblos germánicos que penetraban en el imperio saqueando y destruyendo ciudades poniendo de manifiesto la debilidad militar del mismo.
Los problemas políticos y de seguridad, junto con la evidente crisis del sistema esclavista El sistema esclavista se basaba en el aprovisionamiento regular de esclavos gracias a las guerras de conquista. En el siglo II, detenidas las guerras de conquista, se produjo una fuerte escasez de mano de obra esclava. Los esclavos se hicieron caros y poco productivos. generaron numerosos problemas económicos: inflación y caos monetario (los emperadores acuñaban moneda de mala calidad para hacer frente a los gastos), quiebra del comercio (producido por la inseguridad), mayor presión fiscal y decadencia de las ciudades (que fueron muchas de ellas poco a poco abandonadas, especialmente en occidente).
A finales del siglo III se produce una cierta recuperación.En el 284 Diocleciano implanta la llamada tetrarquía, intentando contener la desintegración del Imperio.La tretarquía repartía el imperio entre cuatro gobernantes. Además se fortificaron las ciudades, se fortaleció el ejército (reforma militar, fiscal y monetaria), hubo una reorganización administrativa en diócesis (12) y provincias (unas 100) y se transladó la capital a Nicomedia Fue una ciudad de Anatolia, capital del Reino de Bitinia. Es la actual ciudad turca de Izmit.
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La tetrarquía no sobrevivió a Dicleciano. Cuando este dejó el poder, la lucha por el mismo desembocó en una guerra civil que dió la victoria a Constantino. En 323 se convirtió en soberano único. Antes había en 313 (Edicto de Milán) había reconocido el cristianismo y le había dado una posición de religión dominante. Continuó las reformas de Diocleciano y trasladó la capital a Bizancio (Constantinopla) a orillas del Bósforo.
Teodosio el Grande, de origen hispano, consagró la división del Imperio en dos: el de Occidente, con capital en Roma, y el de Oriente con capital en Constantinopla. Además este emperador convirtió en religión oficial el cristianismo (Edicto de Tesalónica, año 380). La presión de los pueblos bárbaros fue cada vez mayor sobre las fronteras. El empuje de los hunos obligó a los Visigodos y otros pueblos a refugiarse en el imperio. En 406 varios pueblos entran por la frontera del Rin. Los bárbaros dejaron sentir su presencia por todas las provincias, se asentaban, pactaban con la Iglesia, con el ejército y con los propios provinciales. Roma había desaparecido como centro del poder. En 476 Odoacro, caudillo germano, depone al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El imperio de Oriente resistió a las invasiones y se mantuvo hasta 1453 (Bizancio).